Los hechos violentos que se registran en el Bajo Cauca crean un ambiente de zozobra y temor entre los habitantes de municipios como Tarazá, donde fue asesinada una persona en las últimas horas.
Ya van 50 homicidios y 240 personas desplazadas en lo corrido del año. A la violencia, se le suma la desestabilización administrativa y política por la muerte del alcalde electo.