Para evitar que terminen en los océanos o en rellenos sanitarios, una planta en Girardota recicla cerca de 3 millones de botellas diarias y las convierte en material para generar nuevas botellas o incluso filamentos que son utilizados en el sector textil para ropa deportiva, almohadas y protectores de colchones.
Las botellas son compradas a los recicladores en todo Colombia y también son quienes reciben las botellas de iniciativas como Kaptar y la recarga verde del Metro de Medellín.