Tragedias por lluvias
Por: Vanessa Aguirre
El 6 de abril marcó la historia de los habitantes de Abriaquí, occidente antioqueño, cuando la noche del miércoles una avenida torrencial acabara con la vida de 14 personas que se encontraban en un campamento minero.
Uno de los sobrevivientes describió los momentos de zozobra cuando se percató que la quebrada La Mina se había desbordado.
“Los palos me cogen por la parte de la nuca, me encomiendo a Dios y le pido que me de fuerzas para reventar y me salgo. Mis compañeros me pedían ayuda, intenté, pero no pude hacer nada”.
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Ese mismo mes, las fuertes lluvias provocaron la muerte de un niño de nueve años en el municipio de Tarazá, luego de que el menor quedara sepultado por un deslizamiento que afectó su vivienda, en el corregimiento Popales.
En marzo, un derrumbe en la vía al Urabá, en Dabeiba, dejó atrapado un vehículo en el que se movilizaban un bebé de un año y sus padres. Después de más de dos semanas de búsqueda con caninos, bomberos de otros municipios y Gestión del Riesgo de Antioquia, fueron recuperados los cuerpos de la familia y un trabajador de la obra.
Semanas después, un deslizamiento en Cocorná acabó con la vida de una persona y dejó cuatro heridos y la pérdida de cuatro equinos. Más de 80 viviendas resultaron afectadas.
El hecho más reciente es en Santa Fe de Antioquia donde un derrumbe dejó 4 muertos en el corregimiento Laureles. Y en Itagüí donde la quebrada El Sesteadero de la vereda El Ajizal, arrastró a una niña de 7 años y a su padre quien se lanzó a rescatarla. Siguen en la búsqueda del cuerpo de la menor.
Según Gestión del Riesgo de Antioquia, este año 28 personas han perdido la vida por eventos asociados a las lluvias: 14 por avenida torrencial, 8 por movimiento en masa, 1 por inundación, 1 por tormenta eléctrica, 1 por caída de árbol, y 3 por creciente súbita.