Así se tiene planeado controlar la invasión de los hipopótamos en diferentes regiones del país
Cuatro años después de haber declarado a los hipopótamos como una especie invasora, hay un plan de acción para controlar a esta especie que se encuentra en diferentes lugares del país, específicamente en sectores aledaños a la Hacienda Nápoles en Doradal, como Puerto Boyacá, Puerto Nare, Puerto Sánchez, Puerto Berrío, Ciénaga de Barbacoas, Carare Viejo y Barrancabermeja.
En el plan firmado y publicado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se establecen cinco puntos clave para gestionar el control de esta especie que llegó a Colombia por medio del narcotraficante Pablo Escobar en su hacienda. Con los años su reproducción se salió de control.
Las condiciones climáticas y naturales de esta región del país propiciaron que los hipopótamos se expandieran por el territorio. En África, su lugar de origen, las épocas de sequía y otros factores controlan naturalmente la propagación y permiten mantener una cantidad moderada de esta especie que no perjudica el entorno, con la muerte de algunos y el nacimiento de otros en diferentes épocas.
En primer lugar, el artículo 258 de la Ley 2811 de 1974 establece que la Administración Pública es la encargada de “prohibir o restringir la introducción, trasplante, cultivo y propagación de especies silvestres perjudiciales para conservación y el desarrollo del recurso”.
Para llegar a este plan se estudió la situación en diferentes entidades del Sistema Nacional Ambiental, a través del monitoreo estandarizado y riguroso de la población, y se definió con una mirada interdisciplinaria que tiene en cuenta variables ecológicas, biológicas y la relación de esta especie con el entorno natural, la biodiversidad nativa y con los habitantes del territorio.
Se determinó que las “invasiones biológicas son consideradas la segunda causa de pérdida de diversidad biológica a nivel global, en la medida en que generan impactos considerables en los ecosistemas nativos”, situación que se ve reflejada en lo que ocurre con los hipopótamos, quienes de no controlarse podrían superar los 1.000 ejemplares para el 2035.
La ley ya prohíbe la tenencia o propagación de los hipopótamos, además, se empezarán a implementar los siguientes pasos:
- Caza de control: esta puede ser física, a través de disparos o conmoción cerebral, o química, con la inyección de medicamentos.
- Translocación: se refiere al traslado de individuos libres hacia zoológicos o poblaciones silvestres en área de distribución nativa (como África, por ejemplo).
- Confinamiento: es el aislamiento físico de un área del territorio para contener a un grupo de hipopótamos y mantenerlos ahí hasta su muerte.
- Alertas tempranas: brigadas informativas, campañas de comunicación, ruta de reporte de interacción con hipopótamos, entre otras “medidas de prevención en las áreas y zonas en donde es inminente la presencia de la especie en el corto y mediano plazo”.
- Intervención social: además de las actividades contempladas en las alertas tempranas, estas también contemplan la instalación de señales en sitios susceptibles de conflicto humano-hipopótamos, así como el establecimiento de una red de vigías ribereños para monitoreo de la especie.
La translocación es considerada la herramienta menos efectiva, por ende, tendrá menor prioridad al momento de la ejecución. Según la situación de emergencia en las regiones se decidirá cuáles acciones realizar. Por ejemplo, en la mayoría de los lugares se aplicará la caza de control que se considera una de las más efectivas.
En otros, el confinamiento, las translocación o la intervención social no se tendrán en cuenta en el plan de acción, todo según las necesidades a corto plazo de cada sector.
Aunque anteriormente se había planteado la esterilización, solo 11 ejemplares pudieron acceder al procedimiento pues la complejidad y el costo de 40 millones de pesos por cirugía, hacen que el proceso sea lento, poco efectivo y la reproducción de los hipopótamos más rápida.
Además, llevarlos a otros lugares es cada vez más complejo. En África pueden llevar agentes patógenos que ponen en riesgo al resto de la especie nativa y otros como México, Ecuador, India o Filipinas no han podido ser concretados por las normativas de cada país.
La ejecución de este plan deberá tener en cuenta lo que establece la Ley 1774 del 2016, la cual dicta que “los animales como seres sintientes, no son cosas y que deben recibir especial protección contra el sufrimiento y el dolor, en especial, el causado directa e indirectamente por los seres humanos”.
Para el 2022 se tenía registro de 169 hipopótamos y se estima que para el 2024 habrán aumentado a casi 200 animales de esta especie, distribuidos desde la Hacienda Nápoles en Doradal, Antioquia.
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— Hora13 Noticias (@hora13noticias) July 8, 2024