A través de la música cerca de 30 niños indígenas y afrodescendientes integrantes de la Filarmónica Metropolitana, han encontrado en esta expresión artística una salida a sus limitaciones causadas por la violencia y el conflicto.
Con la fundación “Música para la paz” los niños han recibido clases e instrumentos para desarrollar sus capacidades y encontrar en la música el camino de la felicidad.