Corre por amor
Después de dos años en la virtualidad, el domingo tres mil atletas se tomarán las calles de la ciudad por la carrera «Corre por amor”.
Encontramos la historia de un deportista de 32 años que empezó en natación y ahora practica de forma simultánea el tenis de mesa y el atletismo. Su anhelo es estar en unos juegos paralímpicos.
Nacer con espina bífida no es impedimento para Felipe González. No poder caminar no le impide ser atleta y tener una movilidad limitada por la silla de ruedas no es obstáculo para jugar tenis de mesa.
Ha participado en 3 juegos nacionales, sin embargo, el sueño es poder llegar a unos juegos paralímpicos representando el tenis de mesa. Pero a veces el limite no está en la parte física.
Se desplaza constantemente por las carreteras del oriente antioqueño que hacen las veces de pista de entrenamientos.
El próximo evento en el participará Felipe es la carrera atlética “corre por amor” el próximo domingo. Evento en el que este deportista sigue demostrando que es diferente tener una discapacidad a ser incapaz.
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