Juan Gabriel Rendón es tan solo uno de los antioqueños que batallan una guerra no propia al otro lado del mundo
Sabe el día en el que inicia su jornada militar en Ucrania, pero nunca cuando acaba. Se la pasa entre fusiles, trincheras, bombardeos y cuerpos de ciudadanos rusos o ucranianos fallecidos en combate. Así vive Juan Gabriel Rendón un joven antioqueño que decidió, desde hace, casi un año, incorporarse en el Ejército Ucraniano con el fin de salvar vidas inocentes.
Un día vio en televisión lo que ha dejado la invasión rusa en Ucrania y no lo dudó dos veces, se inscribió en la página del Ministerio de Defensa de Ucrania, llenó el formulario y aún incrédulo puso todo en manos de Dios, si era su destino ir seguro lo haría y fue así como, a los pocos días, recibió la llamada que tanto esperaba.
Así inició su viaje a Ucrania
Empacó su maleta, se despidió de su mamá y su hermana, salió con rumbo a lo desconocido, a batallar una guerra que no era la suya, pero que, sin duda, lo llenaría de orgullo, de más ganas de vivir una nueva experiencia militar, un poco diferente a la que vivió cuando estuvo en el Ejército Nacional Colombiano.
Luego de viajar por días en avión y trenes se encontró con un panorama, inicialmente tranquilo, pero al ingresar a la ciudad de combate, vio que todo era muy diferente, que la guerra era aún más compleja y cruda de lo que muestran los medios de comunicación.
“Un día normal acá cuando se está en el frente de batalla son 5 días en la base militar, descansado y otros 5 días en el frente, son 5 días que parecen 5 meses porque son día y noche de combates intensos, bombardeos, compañeros heridos, compañeros muertos…” relata Juan.
Se ha salvado de la muerte dos veces: la primera fue cuando estaba de guardia y fueron asaltados por tropas rusas y la otra cuando en el lugar en el que vivían cayó un misil, que, por fortuna, no dejó pérdidas humanas, solo unos cuantos hombres heridos.
Lo más duro que ha tenido que enfrentar, a parte de la zozobra, el miedo y la tensión, ha sido perder a sus grandes amigos, de hecho, del grupo de 5 colombianos con los que viajó en octubre del año anterior, solo hay 2 con vida. Sin embargo, no se pueden dejar amedrentar y cada movimiento y paso que dan, lo hacen de manera minuciosa para evitar caer en combate.
“Uno no se puede exponer mucho por lo que se está en guerra y por lo que pueden pasar los orlan que son un tipo de drones que es lo que nos identifica desde el aire y nos podría lanzar misiles teledirigidos” contó.
Lo que más extraña Juan es la comida típica colombiana, incluso, en muchas ocasiones trata de conseguir alimentos parecidos a los frijoles, a la yuca, el arroz y la papa, para recordar las épocas en las que se comía una buena bandeja paisa en Medellín.
Juan es tan solo uno de los casi 2.000 hombres que han ido a Ucrania a batallar la guerra no propia, no se sabe cuántos han fallecido en combate pues muchos de los cuerpos quedan calcinados o desaparecidos.
A juan o Alekos como es nombrado en el Ejército Ucraniano, las oraciones de su madre y amigos lo han mantenido con vida, mejor dicho, tiene muchos ángeles de su lado también batallando consigo. A él gracias por compartir su historia de vida con Hora 13 Noticias.
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— Hora13 Noticias (@hora13noticias) April 11, 2024