El ataque mundial que está llevando a cabo el nuevo conavirus generado en China ha
afectado ya a multitud de sectores e industrias. Desde la sanidad hasta los deportes, todo
se tambalea debido a los efectos que está provocando la infección. Con más de 10.000
muertos sumando las víctimas del mundo entero, el coronavirus se ha transformado en
el principal enemigo de la humanidad de las últimas décadas.
Los negocios están en crisis
Ningún país está a salvo del coronavirus. Si bien todo comenzó en China, poco a poco
se ha ido extendiendo por todos los continentes y, desgraciadamente, también ha
llegado a Antioquia. Comercios, fabricantes, lugares de ocio y otros sectores se han
visto afectados. En algunos casos concretos los márgenes de beneficio han caído en
hasta un 90% de la recaudación. Los pronósticos indican que aún con la estabilidad que
se ha alcanzado en la región china con el aislamiento del virus, las cifras se mantendrán
alrededor del 70% de caída de los negocios durante los próximos meses.
La crisis ha sido tan intensa que ha llevado a que todo tipo de empresas, antaño rivales,
colaboren entre ellas a fin de intentar llegar a una solución a los cuellos de botella que
se están generando. Se intenta dar con una manera de mantener los negocios con las
menores pérdidas posibles incluso cuando el pánico parece apropiarse del control de los
ciudadanos.
Para ello se han puesto de acuerdo y tiendas o empresas han comenzado, en
algunos casos, a proporcionar a sus clientes mascarillas con las que tapar su boca y
geles desinfectantes que se pueden utilizar para limpiar las manos. Además, los
responsables de higiene de los comercios han implementado nuevas medidas que
incluyen la desinfección de los pasillos, los suelos o las puertas de forma periódica.
También se han generado nuevos sistemas de cola en las cajas y separaciones entre
clientes para evitar contagios.
Pero ni de esta manera han conseguido plantar batalla a una pandemia que la OMS ya ha denominado como una guerra mundial en la que todos los países luchan unidos
contra el mismo enemigo, uno invisible y silencioso.
Una situación dramática.
El principal problema con el que se encuentran algunos comercios y empresas es que ya
de por sí la situación en 2020 había comenzado con mal pie. Distintos motivos, como
las malas relaciones que vive China con Estados Unidos, habían llevado a que muchos
países se vieran afectados en sus respectivos negocios. Lo mismo ha ocurrido en
regiones asiáticas en las que los turistas chinos representan uno de los mayores focos de
negocio. Así, tanto el cierre de fábricas en China por la cuarentena, que ha impedido
mantener la productividad y la cadena de distribución, como el freno en seco que ha
tenido el turismo procedente de Asia, han generado grandes pérdidas a todo tipo de
negocios.
Las cuarentenas que se están realizando en los distintos países del mundo entero
tampoco ayudan, dado que comercios y empresas se encuentran entre aquellos negocios
que tienen que cerrar las puertas temporalmente. Se espera, no obstante, que después de
esta situación crítica, una vez se derrote al virus, los clientes vuelvan a las tiendas
hambrientos de comprar, y que así, con riqueza y entusiasmo, se olvide una de las
épocas más oscuras de la historia económica en el mundo.