Después de recorrer aproximadamente 2 horas desde Medellín, llegamos hasta La Pintada, el municipio más joven del departamento, pues este, resultó de la fusión de dos territorios que eran corregimientos de los municipios de Santa Bárbara y Valparaíso.
El puente que cruza el río Cauca une a estos dos territorios que desde hace 25 años son uno solo: La Pintada.
Este municipio está ubicado al suroeste de Antioquia, a orillas del rÍo Cauca, el segundo más caudaloso del país, lo que le da a la Pintada un paisaje único desde los dos puentes que lo cruzan, atractivos turísticos de este territorio. Su clima es caliente, lo que lo convierte en un destino ideal para disfrutar de unas vacaciones o un buen fin de semana.
El turismo hace parte de los mayores atractivos de este lugar, por eso recibe el apelativo de «El emporio turístico de Antioquia».
Nos encontramos con la antigua estación del ferrocarril, que llegó al municipio en 1933; una estructura construida en piedra que impulsó el comercio y facilitó el transporte de esta población. Hoy en día, los viajes no se hacen en los vagones, sino a través de las historias que esconden los libros, pues aquí funciona la biblioteca municipal
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La cultura y el arte también se viven en esta región, 184 niños y jóvenes hacen parte de los grupos de música y de baile. Édison, uno de los integrantes de esta comunidad, lleva 6 años en la escuela de música; es ciego y su condición no la ha impedido tocar el saxofón para llenar de melodías y ritmos de quienes lo escuchan. El arte, la música y su instrumento se ha convertido en un motor de transformación en su vida.
Este año la banda de música viajará al estado de Oaxaca, en México, para representar no solo a un municipio sino a todo un departamento.
Sobre la tradición gastronómica
En este sector es imposible no hacer un alto para dejarse antojar por las delicias que se ven en cada rincón, los tradicionales «piononos», blanqueados y dulces hacen parte de la oferta para llevar en el camino. Si de almuerzo o comida se trata, el pescado de doña Rosmira como dicen por ahí, está para chuparse los dedos.
Esta pintadeña, lleva tres décadas deleitando paladares no solo de quienes viven aquí, sino de los turistas que visitan esta región. Con arepita, limón y una avena refrescante se acompaña este pescado que no se puede dejar de probar cuando venga a este municipio.