Por: Vanessa Aguirre
Entre las montañas del nordeste, en jurisdicción de Corantioquia, se descubre el municipio de Cisneros… la tierra del ferrocarril.
Desde el año 2000 no se escuchan las ruedas contra el acero…pero sí los pasos de un grupo de jóvenes amantes de la naturaleza que buscan no sólo conservar el medio ambiente sino hacer pedagogía ante el encuentro amargo de los desechos que hayan en su camino.
Para Cisneros Trips, el día comienza desde el amanecer. Recogen en la plaza de mercado los costales que serán el destino final de las basuras que desentonan con el paisaje.
“Cisneros Trips comenzó el 7 de agosto del 2017 como un plan de emprendimiento mío al ver que no teníamos guías nativos en la región entonces decidí emprender con este proyecto”, manifestó Juan David García, representante y guía de Cisneros Trips.
Desde la unión de la quebrada Santa Gertrudis y el río Nus, es un 1 kilómetro y 300 metros de recorrido hasta las aguas de la represa donde el entorno pasa de la autopista a la mula.
El camino desde el barrio Clavellina hasta la fuente que abastece el acueducto municipal, termina con este panorama…y allí continúa la labor.
“Y encontramos animalitos en bolsa, tarros digeridos por otros animales. Y yo llegar al río que le mostramos a las personas y verlo lleno de basuras sabiendo que nosotros mismos recogemos las cosas es algo un poco doloroso”, indicó Stiven Echeverry, guía nativo.
Felipe López, director Técnico Agropecuario y Ambiental de Cisneros señaló que “el tema de las bolsas, o del poliestireno expandido que es el famoso icopor que conocemos, esos son productos que demoran cientos de años en degradarse, entonces tener actividades que se encarguen de generar impacto en ese tema de recolección de residuos sólidos es muy importante no sólo para el municipio de Cisneros sino para cualquier comunidad”.
Hasta 8 costales llenos de basura recogen cada viernes…la naturaleza les da su recompensa para recargar energía.
“Es un equipo de trabajo donde lo conformados un grupo de unión de amigos donde nos damos la mano unos a otros para cumplir nuestros sueños y metas”, resaltó Luis Restrepo, guía nativo.
El camino entre cedros, guayacanes, el nogal cafetero y gualandayes lleva hasta las fuentes hídricas del municipio para conservar la fauna y flora.
“Especies como la Sabaleta que es una especie de aguas oxigenadas limpias y frescas famosa en toda esta región, el Corroncho un animal bentónico, es de fondo, es un limpiador natural del ecosistema, especies como el Barbudito, las Sardinitas”, indicó Juan Esteban Castañeda, ingeniero ambiental.
“Nosotros tenemos en este momento alrededor de 25 charcos identificados que las personas pueden visitar, pero en esos 25 tenemos una selección de 4 puntos estratégicos: la cascada El Caney, la quebrada La Chorrera, el charco de La Bruja y de la Mama”, agregó Andrés Muñoz, líder de Turismo de la Alcaldía de Cisneros.
Ante esta realidad, estos jóvenes no sólo deciden recoger basuras sino conservar las riquezas del municipio a través de educación ambiental. Con ecoturismo atraen a visitantes y cisnereños.
Según Juan David García, guía de Cisneros Trips, “la gente acá necesita un poco de pedagogía y de educación ambiental, ya que no sólo son los turistas los que dejan basura también gente del pueblo. En los caminos la gente que va a las veredas en los caballos también deja basura alrededor, no hemos llegado ni al río y ya tenemos los costales llenos”.
“Hay que cuidar nuestra zona ambiental, nuestros ríos, nuestras fuentes hídricas, porque es nuestra forma de vivir y nuestro sustento de vida”, manifestó Luis Restrepo, guía nativo.
Una vez realizada la misión es tiempo de disfrutar.
Para finalizar la jornada, los desechos terminan en el basurero de la Plaza de mercado donde son separados los residuos orgánicos e inorgánicos para aprovechar al máximo su uso.
Una labor para no dejar que se esfume el olor del trapiche, desaparezca la limpieza de sus quebradas ni el sonido de sus especies… para que Cisneros, no sea la última estación de la biodiversidad en el nordeste.