Según estudios de organizaciones internacionales, cada año mueren en el mundo cerca de 750.000 personas por enfermedades derivadas de largas horas de trabajo.
Laborar por más de 55 horas a la semana, afecta la salud con enfermedades que, en ocasiones, no parecen relacionadas, por lo que hay un gran subregistro de las muertes asociadas al exceso de trabajo.