En el Museo de Antioquia, empezó a operar un Buen Comienzo que le brindara protección a los menores de edad que transitaban en la zona acompañando el trabajo de sus padres.
Cincuenta cupos se habilitaron para que los niños y niñas pueden recibir alimentación y educación en jornada continua mientras los adultos se dedican a sus labores.