En un inspirador episodio del podcast Sobremesa, Luisa Bedoya y Juan David Arango nos llevaron por un fascinante recorrido a través de la historia de Juan Manuel Barrientos, el visionario chef y emprendedor detrás de El Cielo, un restaurante galardonado con varias estrellas Michelin.
Más allá de sus logros, esta conversación profundizó en los retos, aprendizajes y filosofía de vida que han moldeado a Juan Manuel desde sus inicios del emprendimiento vendiendo mangos en Fredonia, Antioquia, hasta convertirse en una estrella en la gastronomía mundial gracias a seguir su talento con planeación.
Una vida marcada por riesgos y aprendizaje
El camino hacia el éxito de Juan Manuel no ha estado exento de obstáculos. Con tan solo 16 años, dice que era “una papeleta y un desastre”, tras haber pasado por seis colegios y tres universidades. Sin embargo, a los 18 años comenzó un proceso de transformación que lo llevó a replantear sus prioridades y perseguir sus sueños con determinación.
“Hasta los 20 años tuve una etapa muy compleja, turbia y reveladora de mi vida”, compartió el chef. Durante su juventud, enfrentó cerca de ocho experiencias cercanas a la muerte, desde accidentes automovilísticos hasta situaciones violentas. Estas vivencias lo hicieron perder el miedo a equivocarse y, en sus palabras, lo llevaron a “madurar biche”, un rasgo que influyó profundamente en su carácter emprendedor. Porque no tenía miedo a morirse ni a fracasar.
El fracaso como maestro y la disciplina como herramienta
Juan Manuel confesó haber estado en bancarrota en tres ocasiones después de abrir El Cielo. Sin embargo, en cada caída encontró una oportunidad para reconstruirse. “La zona de confort es la más peligrosa, pero también la más cómoda para un ser humano”, afirmó. Para él, el éxito radica en salir de esa zona, aprender de los errores y ser resiliente, siguiendo la famosa cita de Winston Churchill: “El éxito es no perder el entusiasmo entre derrota y derrota”.
Un consejo que rompe esquemas fue su crítica a la idea de “seguir las pasiones”. Según el chef, las pasiones pueden ser volátiles, mientras que los talentos son el verdadero motor para alcanzar grandes metas. “A la gente hay que decirle que siga su talento, no sus pasiones”, destacó. Además, enfatizó que la felicidad a largo plazo proviene de la productividad: “Los pequeños logros son los verdaderos secretos de la productividad, y este es el verdadero secreto de la felicidad”.
Planear al revés y soñar en grande
Uno de los conceptos más interesantes que compartió Juan Manuel fue su enfoque de “planear al revés”. Comparó su método con resolver laberintos desde el final hacia el principio, un enfoque que ha sido su hoja de ruta para construir proyectos ambiciosos. Este sistema combina lo que él llama “micro paciencia y macro velocidad”: trabajar diligentemente en pequeñas tareas diarias mientras se mantiene una visión a largo plazo sin perder la calma.
Su sueño más audaz hasta ahora: cocinar en el espacio. Aunque parece una meta inalcanzable, su filosofía demuestra que lo imposible es solo un reto más.
Lecciones para su hija y la próxima generación
Como padre, Juan Manuel comparte su sabiduría con su hija, enseñándole desde temprana edad el valor del trabajo duro y las finanzas personales. “Le enseño desde ya el valor del sudor de la frente y a ser inteligente, pero también a sudarla”, explicó. Para él, inculcar estos valores es clave para formar una mentalidad resiliente y emprendedora.
Creer para crear: la estrella personal de cada uno
En un momento reflexivo, Juan Manuel recordó cómo su madre siempre le decía que había nacido con estrella. Este concepto de “tener estrella” lo traduce en términos de energía positiva y mindset. Según el chef, creer que uno tiene estrella —o crearla si no se siente así— es esencial para alcanzar el éxito.
En palabras del propio chef, “para el que crea que no tiene estrella, simplemente se la tiene que creer. Eso es pura física cuántica, son movimientos de energía”.
Una sobremesa que inspira
Este episodio de Sobremesa no solo ofreció un vistazo a la vida de un chef exitoso, sino también a las lecciones profundas sobre emprendimiento, disciplina y la importancia de los sueños claros. Desde su enfoque de planear al revés hasta su filosofía sobre el talento, Juan Manuel Barrientos deja claro que el camino hacia El Cielo no está reservado para unos pocos, sino para quienes se atreven a trabajar por ello y creer en su propia estrella.
Sin duda, esta conversación es una invitación para quienes buscan superar sus límites y alcanzar lo que parece imposible.
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— Hora13 Noticias (@hora13noticias) January 22, 2025