Con un trabajo concertado entre alcaldes, constructores y Área Metropolitana, el Valle de Aburrá se está desatrasando en las compensaciones ambientales por construcción.
En los últimos 10 años, la autoridad ambiental autorizó a los constructores la tala, poda o traslado de 15 mil árboles. En el mismo periodo se han sembrado 20 mil y faltan 20 mil más.