Analistas aseguran que si bien aún no se puede hablar de recesión, la macroeconomía sí se verá afectada a nivel global con consecuencias como la reducción de las exportaciones, pues gran parte de la actividad económica en el mundo está detenida.
Piden a las empresas y al gobierno que en lo posible mantenga los empleos, se aplacen algunos impuestos y se estudie el congelamiento de créditos bancarios.