Los vividores se valen de múltiples estrategias para evitar gastos y salirse con la suya. Las agencias de arrendamientos al parecer son un blanco fácil para este tipo de personas.
El problema es que la estafa no sólo afecta a las agencias, también a los propietarios de los inmuebles a quienes finalmente se les incumple el canon de arrendamiento y no hay quién responda por los gastos.