Varios bares y discotecas de salsa en Medellín no aguantaron la pandemia y cerraron, como es el caso del Eslabón Prendido.
Otros como el Tíbiri y Son Havana han aguantado mediante ventas de comida por redes sociales y conciertos de música en vivo por Internet. Se esperanzan con abrir sus puertas la tercera semana de noviembre.