Antioquia es el segundo departamento del país con mayor número de agresiones contra los defensores de derechos humanos.
Según el informe de las mismas organizaciones sociales, el año pasado aumentaron las violaciones en un 90%.
Homicidios y amenazas fueron las principales agresiones y el Bajo Cauca la zona más peligrosa para quienes trabajan en defensa de sus comunidades.