Alcaldes del norte del Valle de Aburrá alertaron sobre las consecuencias ambientales de suspender las operaciones en la planta de tratamiento Aguas Claras. El alcalde de Girardota, por ejemplo, fue uno de los que se opuso al cierre.
EPM explicó que la decisión del inspector de policía de Bello afectaría el Río Medellín y las poblaciones aguas abajo, y que además, se dejarían de tratar mensualmente 10 mil millones de litros de agua contaminada.
Se acordó una reunión entre el inspector de Bello, Epm y la comunidad afectada, para buscar acuerdos y soluciones.