Hace algunos meses, se identificó una nueva especie de cangrejo de agua dulce en Ituango, llamada Hypobolocera ituangoensis
Este descubrimiento es el resultado del compromiso de las comunidades y organizaciones sociales que han protegido su hábitat durante años. Para garantizar su conservación, se ha establecido un acuerdo entre la comunidad, la alcaldía y la autoridad ambiental de la región.
Durante casi una década, las comunidades, colectivos y organizaciones sociales de la vereda La Georgia, en Ituango, han desarrollado diversas acciones comunitarias, pedagógicas y ambientales para preservar su territorio. Una de estas iniciativas se lleva a cabo en la quebrada La Honda, un lugar estratégico para la captación del acueducto veredal. Sin percatarse, han estado protegiendo una variedad de cangrejo que, aunque es un animal recurrente en esta zona, ha sido identificado como una nueva especie para la ciencia.
Entre las organizaciones sociales que se ha destacado por el cuidado de la naturaleza en la vereda, está la Asociación de Jóvenes Defensores del Agua, conformada por 15 miembros que trabajan en procesos de memoria y protección ambiental con comunidades y demás entidades de la zona. Fue fundada en 2017 por habitantes de este lugar, tras participar en el Programa Integral Red Agua – Aire, Piragua, de Corantioquia, donde recibieron capacitaciones y talleres sobre el cuidado del agua. Posteriormente, se articularon al Movimiento Ríos Vivos, un proceso organizativo que se enfoca en la defensa del medio ambiente y los derechos humanos.
Según Genaro Graciano, integrante del programa Piragua y coordinador de la Asociación de Jóvenes Defensores del Agua, en 2016 un equipo de Corantioquia realizó una visita a la quebrada La Honda. “En uno de esos monitoreos a la microcuenca, donde se realizó el conteo de lluvias, unos muchachos de la Universidad de Antioquia y del programa Piragua tomaron varias muestras, entre ellas la del cangrejo, y se las llevaron para analizarlas”, comenta.
En 2018, durante una presentación del programa Piragua, el biólogo Moisés Elías Alexander, del equipo de la Subdirección de Ecosistemas de Corantioquia, se sorprendió al descubrir que una de las muestras correspondía a un cangrejo de agua dulce, marcada como “quebrada La Honda, Ituango, 2016”, sin más detalles. “Este era un espécimen que no encajaba en las claves taxonómicas, que son documentos que describen las características de las especies para poder identificar lo que hoy conocemos y sus nombres científicos”, dijo.
Tras varios meses de análisis y con estos escasos datos, Alexander comenzó a contactar aliados en Ituango para localizar más individuos de esta clase, ya que en el municipio hay varias quebradas llamadas La Honda y no se sabía de cuál provenía la muestra. Con el tiempo, se pusieron en contacto con un grupo de piragüeros de la vereda La Georgia, que también hacen parte de la Asociación de Jóvenes Defensores del Agua. Fueron hasta el lugar y, al principio, solo encontraron restos de cangrejos, pero ninguno vivo. “Acompañados por la comunidad, encontramos un cangrejito pequeño que, al revisarlo, presentaba las mismas características que el que habíamos hallado en el frasco. Asumimos que era el mismo, así que colectamos un par de individuos más. Luego se revisaron en la colección y con el estereoscopio”, recuerda.
El 20 de mayo de 2020, después de varios análisis de la muestra colectada en la vereda La Georgia, se identificó una nueva especie de cangrejo de agua dulce, bautizada Hypolobocera ituangoensis, en honor al municipio. Este hallazgo fue publicado en la revista indexada Zootaxa.
El biólogo Alexander, aseguró que en el proceso identificación de la nueva especie fue clave el apoyo de Martha Rocha, especialista del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional; los profesionales Manuel José́ Arango, Genaro Graciano, Raúl Calle, Marcela Monsalve, la ingeniera Andrea Báez y la misma comunidad que habita la zona donde se produjo el descubrimiento.
Riesgos y amenazas
Según Alexander, integrante del equipo de la Subdirección de Ecosistemas de Corantioquia, a pesar de los retos medioambientales globales, encontrar todavía individuos nos recuerda la megadiversidad que poseemos y la importancia de conservar nuestros ecosistemas. “Es importante seguir ampliando la investigación, ya sea de forma participativa y apoyada por la academia, para continuar encontrando este tipo de registros”, comenta.
Cabe señalar que, a nivel global se han identificado de 350 especies de cangrejos de agua dulce, de las cuales 111 se encuentran en Colombia. Esta cifra posiciona al país como el segundo con más individuos de este tipo, superado por China, que tiene 244. Además, según el Instituto Alexander von Humboldt, el territorio colombiano se destaca por poseer el mayor número de cangrejos endémicos, con 90 especies que no se hallan en ningún otro lugar del mundo.
Este tipo de cangrejo en Colombia, está clasificado en diversas categorías de amenaza. De ellas, 25 están en peligro, 1 es vulnerable a la extinción, 7 son casi amenazadas y 8 se encuentran en la categoría de preocupación menor, de acuerdo con cifra recopiladas por la investigación titulada Libro rojo de cangrejos dulceacuícolas de Colombia, elaborado por el Ministerio de Ambiente, la Universidad Nacional de Colombia y el Instituto Alexander von Humboldt.
El documento agrega que las amenazas a la conservación del cangrejo de agua dulce han incrementado en los últimos años, afectos por las actividades del ser humano como la deforestación, la agricultura, la acuicultura, la minería y el desarrollo de sistemas ribereños, así como por los efectos del cambio climático. A nivel nacional, los departamentos con mayores riesgos para estas especies son Antioquia y Cundinamarca.
Alexander, biólogo e integrante del equipo de la Subdirección de Ecosistemas de Corantioquia, explica que estos crustáceos son fundamentales en la cadena alimentaria de los ecosistemas, ya que ayudan a descomponer material orgánico y son indicadores de la calidad del agua. “Son importantes en los cauces de los cuerpos de agua. Al mover el sedimento del fondo, contribuyen al ecosistema, lo que los relaciona con el estado de conservación de los ecosistemas acuáticos”.
Conservación comunitaria
Por ende, el hallazgo de la Hypolobocera ituangoensis en la vereda La Georgia indica un estado bueno de la calidad del agua y del ecosistema de la quebrada. La presencia de esta especie sugiere un entorno acuático saludable, ya que los cangrejos de agua dulce son sensibles a los cambios en su hábitat.
De acuerdo con Alexander, este descubrimiento resalta la diversidad biológica de la región, así como las acciones de los habitantes para su protección. «Las comunidades han estado conservando su biodiversidad durante mucho tiempo, aunque no identifiquen a todos los organismos por su nombre científico. Esto ha sido importante porque refleja un profundo conocimiento local y apropiación”, comenta.
Uno de los hechos que han marcado la vereda y que motivó a los habitantes a iniciar programas comunitarios de conservación en su territorio, según el líder social Genaro, fue una sequía que se registró en 1995 en la vereda, debido a los cambios climáticos y a la deforestación cerca de las fuentes de agua. “Hemos estado sembrando arbolitos cerca de la microcuenca porque no queremos que nos pase lo mismo que en ese año, cuando se nos fue el agua por completo”, resalta.
Genaro menciona que entre las acciones comunitarias llevadas a cabo por la Asociación de Jóvenes Defensores del Agua y la Junta de Acción Comunal se incluye la sensibilización de la comunidad sobre la correcta gestión de residuos y el reciclaje, además de la reforestación en zonas cercanas a los afluentes que abastecen los acueductos Las Águilas, El Calvario y La Honda. También han participado en capacitaciones y talleres ofrecidos por Corantioquia a través del programa Piragua.
Pero a pesar de estas todas acciones de protección y conservación que se desarrollan en el territorio, persisten diversas problemáticas ambientales que afectan a las quebradas y demás sectores de la vereda. De acuerdo con Uber Ferney Pérez, integrante de la Asociación de Jóvenes Defensores del Agua y del Movimiento Ríos Vivos, ha sido complejo transmitir el mensaje a las comunidades sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. “Tenemos un desafío muy grande: lograr que la comunidad esté de nuestro lado, del lado de la conservación, porque de esto depende nuestro futuro”, dijo.
Otras de las afectaciones que se ha registrado en la vereda La Georgia es la mala disposición de las basuras y la expansión de la frontera agrícola. Para Jaiber Graciano, presidente de la Junta de Acción Comunal e integrante de la Asociación de Jóvenes Defensores del Agua, señala que: “Es necesario mejorar el manejo de los cultivos para que utilicen menos químicos y tengan una adecuada disposición de los residuos. Para lograrlo, debemos articularnos los diferentes sectores sociales y productivos de la zona”.
Compromisos para la preservación
Jaiber señala que es esencial la articulación entre diversas instituciones, como la alcaldía, la autoridad ambiental, los sectores productivos, la academia, las organizaciones sociales, y la comunidad, para garantizar la protección de sus ecosistemas y, de este modo, salvaguardar al cangrejo de agua dulce en la vereda La Georgia.
Uno de los primeros pasos significativos se dio tras la realización del segundo Foro por el Cuidado del Agua, organizado por líderes de esta vereda y Corantioquia. En este evento, se establecieron varios acuerdos entre la Alcaldía municipal, la comunidad y esta autoridad ambiental, con el objetivo de seguir preservando la vida y la biodiversidad en la localidad.
Dentro de los acuerdos a destacar, está el programa Escuela para la vida en la Institución Educativa Rural de la vereda, que incluirá Guardianes de la naturaleza, Hogares ecológicos y una planta de energía solar para fortalecer la educación ambiental y la sostenibilidad.
Además, el programa Acueductos para la vida beneficiará a la vereda La Georgia con concesiones de agua y exámenes de laboratorio gratuitos, lo que será clave para la formalización y mejora del acueducto veredal, garantizando un acceso más seguro al agua para los habitantes.
Para el líder social Pérez, el hallazgo de la nueva especie de cangrejo de agua dulce abre la oportunidad de asegurar agua de calidad para la comunidad a través de la conservación de los ecosistemas, lo que también mejorará el bienestar de los habitantes de manera más sostenible. “Esperamos que estos acuerdos lleguen a un buen término y que podamos mejorar los acueductos veredales, ya que estamos trabajando con las uñas. Además, buscamos proteger a este pequeño cangrejo, así como las quebradas y otros entornos”, puntualiza.
Un artículo informativo de Fabián Uribe Betancur, ganador del primer concurso de Narrativas Ambientales de Corantioquia, el Poder de la Comunicación Ambiental.
Conoce más de las acciones de preservación y la misión de Corantioquia en www.corantioquia.gov.co
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