Andrea Herrera, una joven practicante de Pole Dance con limitación visual quien buscaba recursos para asistir al campeonato mundial de la disciplina en Canadá.
Pues bien, ella se convirtió en la única colombiana con esta situación que pudo participar y alcanzar un segundo lugar en la cita orbital.
Otro fiel testimonio de que en la vida todo se puede si se propone.