Por cuenta del hacinamiento, varias órdenes de captura están suspendidas.
En el Valle del Aburrá el hacinamiento carcelario amenaza los procesos judiciales.
Los calabozos en las diferentes estaciones de policía e incluso el de la Fiscalía esta colapsado por cuenta de los detenidos que llevan hasta 2 años en estos lugares de paso por falta de cupo en los centros carcelarios.
Esto ha obligado, paradójicamente, a que la Fiscalía suspenda la ejecución de órdenes de captura, porque no hay celda para tanta gente.